La luna juega con los Duendes.

Cuentan que cuando se hace de noche, los duendes salen a bailar al bosque, a la luz de la luna.
Unos saltan tan alto, que llegan al cielo para arroparla, mientras ella, lo agradece encendiendo todas las estrellas que en el firmamento brillan.
Juegan y juegan, durante toda la noche, sin descanso y entre risas. Mientras un delfín juega con las olas del mar, pero pronto se cansa, ya que no tiene a nadie con quien jugar.

La luna que lo ve, entristecida se queda, y manda a los vientos para que lo balancee entre las olas.

Los duendes se divierten soplando a las estrellas, e intentándolas apagar, pero por más fuerte que soplen, no les llega el aire.

Mientras un barquito solitario, navega por el océano, en busca de más barquitos, como él.Busca y busca, y entre tanto escucha la música que el mar canta a los barcos y a los delfines. Las olas lo mecen y el viento hace hinchar sus velas, para que haga una carrera con el delfín.
Y todo esto lo puedes ver, sentada en tu habitación, al lado de la ventana que da al mar. Ver como los Duendes salen a jugar, mientras los delfines se balancean con las olas, y cuando el aire para, consigo vislumbrar a lo lejos un barquito, de velas naranjas, que cansado está. También se puede ver como las estrellas siguen titilantes el juego de los duendecillos, y se entretienen guiñando sus ojos, para equivocar a los Duendes y hacerles correr más.

El sol se pone celoso de las risas de los duendecillos y la luna, y ya está asomándose, para jugar él también.